Cuando se habla de micriobiota intestinal se habla de pequeños bichos que se encuentran en cuerpo y en el intestino y que provienen de diferentes familias.
La flora tiene una función metabólica bastante importante en la que la principal herramienta que tiene es la fermentación de fibra, de sustancias, de nutrientes digeribles, fibra soluble y compleja que como consecuencia a de esa fermentación va a servir para la absorción de algunos nutrientes, para codificar algunas proteínas o para participar en la síntesis de metabolitos, sobre todo en la formación de ácidos en cadena corta, que van a ser responsables de dar servicio a nutrir ese epitelio, darnos energía. Como parte de la digestión es parte de las herramientas claves por el interés que tiene en mejorar nuestro metabolismo y defenderlo con el desarrollo del sistema inmunitario, además de mantener la mucosa intestinal adecuadamente y en equilibrio. Además la flora tiene la capacidad de absorber iones especialmente de calcio, también favorece la secreción de inmunoglobulinas A, favorece la producción de ácidos grasos de cadena corta y acido butírico, acético y propiónico que favorecen los efectos tróficos sobre el epitelio intestinal, por lo que también son fuente de energía y favorecen la sensibilidad a la insulina, que podría prevenir el desarrollo de la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.
Es muy importante la relación existente entre la flora dentro del intestino es la exposición, el tipo de tratamiento, la lactancia, al tipo de parto, la presencia de infecciones y el consumo de antibióticos o no, por lo que todo lo que se haya comido durante los dos primeros años de vida, como haya sido el parto y la translocación de flora que había en la última parte del intestino va a ser la primera colonización de bacterias en la flora del niño, y por lo tanto será parte fundamental en la vida de allí en adelante.
Si se tiene una buena nutrición se tendrá un intestino con una homeostasis adecuada y que funcione para frenar aquellas sustancias que potencialmente puedan entrar y que no favorezcan la expresión de inmoglobulinas y de respuestas de los linfocitos. Ya se sabe que sustancias como el gluten, el alcohol, el tabaco, infecciones, el estrés, la mala alimentación etc., que dejan abiertas las compuertas abiertas 24 horas. Si estos espacios se mantienen abiertos y generan inflamación, al tener una inflamación puede dar lugar a un montón de citoquinas que pueden estar relacionados con enfermedades oncológicas, que si es un proceso crónico de inflamación el intestino y el colon va a cicatrizar y podrá generar adherencias o cicatrizaciones, fisuras o hemorroides.
Para mejorar la salud de esa parte del colon y del recto es necesario mantener una alimentación prebiótica, alimentos fermentados y una suplementación probiótica de calidad.