La ecografía es una técnica de imagen que se basa en la emisión y en la resección de ondas mecánicas, que se generan por la vibración que hay en los cristales piezoeléctricos del transductor o de la sonda, esas ondas viajan por el tejido, una parte de ese tejido absorbe se onda y otra la refleja, por lo tanto a están ondas se les denomina eco


La fisioterapia del suelo pélvico es la primera línea de tratamiento con grado de evidencia A que es el máximo grado de evidencia en la literatura científica en cuento al papel de la fisioterapia en la incontinencia urinaria. Dentro del área de la fisioterapia uroginecológica existen muchas técnicas  de tratamiento como los ejercicios de Kegel, el pilates, el método hipopresivo, el método 5P o el método Tac que sirven para recuperar la incontinencia urinaria además de mejorar el control postural y la transmisión de las presiones abdominales, pero aunque estas técnicas mejoren la condición de la incontinencia urinaria no nos permiten corroborar su efecto positivo por lo que la ecografía es la herramienta que nos genera la verificación de estos resultados.


La ecografía es utilizada como método de valoración y como método de tratamiento. A nivel de la valoración permite tener información morfológica (valora ángulos, distancia, morfología muscular) y funcional (valora las sinergias abdomino-perineales y la calidad de movimiento), además de valorar las técnicas de tratamiento que están siendo aplicadas en el paciente y cuáles son las que generan mejores resultados. Con respecto a su utilización como método de tratamiento permite reeducar el control voluntario de la pared abdominal, el control voluntario y reflejo del suelo pélvico y su propiocepción, también reeduca el automatismo o sinergias Knack y permite dar información para el control miccional y la disinergia vesico-esfinteriana.  Pero es importante recordar que la valoración manual en conjunto con la ecográfica será la que permita dar un buen diagnóstico de fisioterapia. 


La fisioterapia del suelo pélvico trabaja en función de los efectos  y características fisiológicas de cada sistema por lo que se trata dándole la presión que soporte cada uno de ellos.


Dentro de la cavidad abdomino-perineal se encuentran dos sistemas musculares:

 

  • El sistema superficial o sistema del movimiento o global que al estar alterado genera disfunciones específicas como fuerza, velocidad y disfunciones sexuales, esto se debe a que estos músculos se encuentran distribuidos a la zona anterior (rectos abdominales y oblicuos) , posterior del abdomen (erectores espinales) y el suelo pélvico (periné superficial) y por ser músculos de fibra tipo II son rápidos, superficiales, verticales y permiten la propiocepción  sobre ellos, estos se encargan de la orientación espinal. 
  • El sistema profundo o sistema estabilizador o local cuando se altera este sistema aparecen otro tipo de disfunciones como el dolor lumbopélvico, incontinencia urinaria, prolapsos, o la perdida de la preprogramación. Este sistema está compuesto por el diafragma, el elevador del ano, musculo transverso y oblicuo interno y los multifidos lumbares que trabajan todos de forma sinérgica, el sistema profundo es el que recibe las presiones abdominales, se caracteriza por ser más tónico, esta compuesto de fibras tipo I son estabilizadores, transversales y tienen una baja propiocepción por lo que se encargan de la estabilidad. 

Durante el control de la estabilidad lumbopélvica existe una diferencia neurofisiológica significativa en el tiempo de activación entre ambos sistemas por lo que el sistema más profundo anticipa para poder hacer frente al desequilibrio que se pueda generar, en el sistema más superficial esto no pasa. Si está presente alguna disfunción pélvica, lumbar o del suelo pélvico esta respuesta anticipada va a estar alterada. 


En el momento de una presión abdominal se genera una activación refleja en el transverso del abdomen en conjunto con el elevador del ano que produce un ascenso del cuello vesical de forma continua mientras se mantenga la presión abdominal con suficiente presión intrauretral, si existe cualquier disfunción esa preprogramación a nivel de la continencia se verá alterada. 


En la valoración ecográfica de la pared abdominal es necesario evaluar el transverso abdominal por su papel de canalizar de la presión abdominal, este de debe valorar en tres estados: en reposo, durante la activación automática y durante el esfuerzo voluntario. También es importante valorar el papel del transverso al momento de tensar la línea alba por la condición fascial que tiene además del soporte víscero-abdominal y la transmisión de fuerzas entre ambos lados de la pared abdominal.


Si al momento de evaluar se percibe una alteración a nivel de la pared abdominal se trabajará primeramente esa pared, la ecografía sirve como método de biofeeback donde el paciente visualizará, y se podrá trabajar el control neuromotor, este tratamiento comienza con la función analítica del transverso del abdomen, cuando este se controle se pasará al trabajo del transverso en conjunto con el oblicuo interno en diferentes planos y movimientos globales y por último se realizará un trabajo en los rectos abdominales previa automatización de la activación del transverso inferior para tensar la línea alba.  


Luego se pasa a la valoración ecográfica del suelo pélvico y en cuanto a la incontinencia de esfuerzo se centrara en la estabilidad del cuello vesical y la funcionabilidad del elevador del ano, esta valoración se realiza con la paciente decúbito supino o en bipedestación, esto se realiza en reposo, durante la contracción y al realizar el valsalva visualizando tres compartimentos anterior, medio y posterior. La ecografía transperineal es de gran utilidad en el estudio de la incontinencia urinaria femenina ya que permite visualizar la posición y movilidad del cuello vesical y la uretra proximal, documentar la incontinencia urinaria femenina de esfuerzo, valorar la activación del elevador del ano, cuantificar el prolapso de órganos pelvianos, visualizar si hay mallas u otros hallazgos como divertículos uretrales, tumores vesicales entre otros. 


Por último se realiza una valoración ecográfica del elevador del ano, este se valora en situación de reposo, de activación refleja como a la acción voluntaria. En reposo se valora el ángulo ano-rectal y del elevador del ano y la distancia de este para lograr evidenciar el ascenso y descenso de este musculo. En movimiento de igual forma se valora el ángulo del elevador del ano o distancia de dietz por medio de la contracción voluntaria, refleja, también se valorara la actividad refleja de ese músculo elevador ante un valsalva, una tos o un crunch abdominal.  


Una buena valoración ecográfica en conjunto con la historia clínica o anamnesis, la exploración manual, el estudio urodinámico de ser necesario, la aplicación de cuestionarios validados y la utilización de la electromiografía o biofeedback  se conseguirá un buen diagnóstico de fisioterapia lo que conllevará a un tratamiento exitoso de fisioterapia.