El suelo pélvico es un diafragma y debe trabajar en  conjunto con el diafragma torácico, por lo que una postura correcta o incorrecta puede mejorar o empeorar la relación con los dos diafragmas. 


Cuando hablamos de una postura ideal de aquella que nos permita mantenernos de píe sin esfuerzo, es aquellla postura que cuando nosotros ejerzamos una fuerza sobre el suelo, el suelo nos regrese la misma magnitud pero en sistema contrario.

En este ideal de postura no costaría estar de pie por lo que la gravedad no debería ser nuestra enemiga si no nuestra aliada. Por lo que lo necesario es encontrar una postura que permita aprovechar la gravedad y no luchar contra ella, esta metodología es parte de la prevención y el tratamiento de muchas de las patologías del área uroginecológica. 


Pero, ¿De qué depende la postura?

Depende nuestra actitud ante la vida y hacia los demás, por lo que una persona tímida tendrán un patrón postural de cierre, al contrario de una persona más extrovertida tendrá un patrón con mayor movilidad y abierto, se debe conservar la personalidad de cada uno de los participantes, siempre y cuando no creen un restricción en la movilidad y siempre que sean adaptables para pasar de una postura a otra. Esto también dependerá del estado físico y mental (alegría, fatiga, energía, enfermedad, traumatismo, etc.) 
Es importante mantener una elasticidad muscular y una libertad articular que nos permita ser adaptables, cambiar de posición, hacer ejercicios, etc. Lo que conseguirá de esta manera una respiración rítmica, natural y sin esfuerzos. 


Todos sabemos respirar pero en oportunidades nuestro cuerpo nos tiene tan atrapados y encadenados que somos incapaces de hacer un movimiento normal y permitir que el diafragma trabaje de manera normal, rítmica libre de bloqueos y tensiones. 


Una postura adaptable depende de la libertad de nuestras palancas óseas, de un pie elástico que pueda doblarse y luego volver a su posición normal, de unas rodillas desbloqueadas que puedan adaptarse a diversos planos de terreno, una articulación coxofemoral que sea móvil ya que esta íntimamente relacionada con la pelvis, una caja torácica y columna sin restricciones que tenga un movimiento armónico que permita generar esas diferencias de presión entre abdomen y caja torácica para que el pulmón pueda expandirse. 


El aumento de la presión abdominal bien sea por un patrón postural hiperpresivo, por la mala distribución de las fuerzas o por restricciones musculoesqueléticas impide el efectivo funcionamiento del suelo pélvico, generando de esta forma patrones posturales inadecuados, que afectaran afecciones musculares y articulares.


Se pueden aplicar diversos ejercicios que permitan liberar de tensiones y restricciones el cuerpo, siempre pensando que la gravedad es nuestra aliada. 

  • Se puede comenzar con el pie dándole flexibilidad y una armonía y elasticidad para adaptarnos a la tierra. 
  • Luego la articulación tibiotarsiana permitiendo que el tobillo se movilice de forma libre. 
  • Después se desbloqueara la rodilla, por lo que el cuádriceps forma parte esencial de la bipedestación. 
  • Liberar la articulación coxofemoral en unión con la pelvis.
  • Los balanceos permiten la libertad de tibiotarsiana y el desbloqueo de la rodilla permitiéndola adaptabilidad.
  • Se devolverá el movimiento de la columna, y a su vez devolverá el movimiento respiratorio  y del diafragma. 
  • Se intentara suprimir todas las tensiones de manera de devolver la libertad respiratoria.
  • Armonizaremos el tórax y la columna cervical, mejorando la movilidad del esternón.
  • Se liberan las costillas para permitir una expansión costal que libera toda la presión sobre el abdomen.
  • Relajarán las tensiones abdominales, y que ayudaran el estreñimiento.