La Radiofrecuencia ha tenido una evolución significativa, sus inicios datan de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que es cuando se logran aplicar en personas, los primeros estudios de uroginecología comienzan hacia los años 1964 donde se habla de esta diatermia y como afecta en la dismenorrea y el dolor pélvico. Luego va evolucionando con el tiempo y en 1980 se denomina tecarterapia, a partir de allí que hay un mayor desarrollo de la técnica causando un boom en el área y en los profesionales que la aplican. 


Una radiofrecuencia no es más que una corriente electromagnética que genera calor por fricción en la zona a tratar y que en oportunidades el paciente percibirá ese calor o no, esto debido a la falta del receptor térmico que de la señal, cuando el calor llega a ese receptor térmico es cuando tenemos conciencia del incremento de la temperatura. 


La tecarterapia es utilizada para crear y soportar cambios (resilencia fisiológica) que beneficien el estado de salud del paciente.  Además el tejido es capaz a largo plazo de soportar cambios repetidos estresores (reserva metabólica), por lo que con la radiofrecuencia se puede potenciar mediante exposiciones controladas a ese estrés. 


Existen dos vías metabólicas que permiten potenciar estas funciones ellas son:

 

  • Las vías de acción Intracelular: es la radiofrecuencia que trabaja sin sensación térmica, y se encarga de estimular el metabolismo mitocondrial mediante el calcio, aumentando el óxido nítrico y las especies reactivas de oxígeno, necesarias para que la mitocondria trabaje de manera funcional y genere energía.  Por otra parte tiene función en la celula dentro del macrófago que aumenta la producción de oxido nítrico y de citicinas inflamatorias. A nivel del sistema inmunitario tiene efectos en Th2 porque estimula varias citosinas, por lo que en procesos de inflación actua de forma intermediaria importante en muchas patologías del suelo pélvico. La radiofrecuencia también se encarga de estimular la enzima COX, incrementando  las Prostaglandinas E2 que son protectoras y atenúan la vasoconstricción, aumenta la relajación, inhibe el reclutamiento de las células inflamatorias por lo cual también es necesaria.
  • Las vías de acción Intracelular + Extracelular: son las que produce sensación térmica. Estas generan otros efectos a nivel metabólicos que se asocian más a los efectos de una radiofrecuencia, por una parte se habla del efecto que tiene en el fibroblasto, cuando la radiofrecuencia estimula este tejido genera cambios para tener un tejido más funcional, mediante la producción de colágeno, elastina, ácido hialurónico. El proceso de regeneración de ese tejido va tener unas fases, que en el caso de la radiofrecuencia va estar involucrada en su totalidad de una medida o de otra, por lo que será beneficiosa. Gracias a la acción del fibroblasto se generara el proceso de angiogénesis en el que hay una generación de nuevos vasos sanguíneos. La radiofrecuencia también tiene efectos a nivel de la musculatura en este caso sobre el sistema toraco-abdomino-lumbo-pélvico que en combinación con ejercicio físico genera mejores beneficios funcionales del musculo.

Otro de de los temas a tratar es el Biofilm, mediante estudios se ha demostrado que la radiofrecuencia consiguen hacer romper esas capa para que esas bacterias se liberan y se pueda volver a la base previa de esa infección y tener un proceso adelantado a esa infección. 


La radiofrecuencia tiene un efecto estimulante a nivel del sistema nervioso simpático, pudiendo mejorar el trofismo de la musculatura vaginal y por lo tanto logrando un orgasmo con buena resolución. 


En conclusión la tecarterapia es útil en diversas área de trabajo, sexualidad, potenciación muscular, trabajo de tejido conectivo, disfunciones relacionadas con la falta de aporte sanguíneo etc. 


A medida que los estudios científicos avancen sobre el uso y la aplicación de la tecarterapia mayores serán los campos y patologías que se podrán abordar con este método.