¿Para que se utiliza el pesario en la Urología?


En el caso de la urología el pesario es utilizado para el diagnóstico y el tratamiento.

 
En el diagnostico permite valorar el diagnóstico clínico del prolapso, valorando en la consulta una posible incontinencia urinaria que se encuentre oculta, bien sea una incontinencia por esfuerzo o una urgencia miccional que son parte de los síntomas del prolapso. Por otro lado para descartar el vaciado vesical, debido a que en un prolapso grado III o IV suele estar presente esta alteración (estas pacientes suelen mejorar bastante con la colocación del pesario), y en la valoración de la hidronefrosis que en muchos casos puede ser causa de un prolapso. 


En urología el pesario también es utilizado para realizar pruebas diagnósticas como la flujometría que es el estudio que mide la fuerza con la que orina la paciente, el tiempo que tarda en orinar y después se comprueba el residuo miccional, por lo que al utilizar el pesario de disminuye el grado del prolapso y por lo tanto se valora el antes y el después de la función urinaria. Y el estudio urodinámico que es una prueba más invasiva en la se coloca una sonda en la vejiga y otra en el ano para medir la presión abdominal y defecal, lo que brinda mucha información de cómo es el llenado, como se comporta la pared vesical, como se acomoda la vejiga etc. Por lo que este estudio es realizado en la mayoría de las pacientes que refieren problemas de incontinencia urinaria. 


En cuanto al uso del pesario en el tratamiento es muy parecido  al uso que se realiza en fisioterapia, ya que se aplica en pacientes con sintomatologías de prolapso, con enfermedades o cirugías previas, pacientes deterioradas que no pueden tolerar la cirugía como tratamiento o no quieran someterse a una cirugía, o pacientes que no estén dispuestas en el momento para la intervención quirúrgica. 


El caso del manejo a nivel urológico es colocado por la enfermera, se suele utilizar el pesario de tipo anillo, la misma realiza el cálculo del tamaño del pesario con los dedos, el recambio suele realizarse a los tres meses y se realiza en el hospital o con la matrona, durante el retiro se realiza un lavado vaginal  con suero clorhexidina y se desecha. 


¿Qué complicaciones puede tener un pesario?

 

  • Flujo abundante y maloliente
  • Sangrado: 
  • Erosión
  • Fistulas vesico-vaginal, recto-vaginal
  • Hidronefrosis
  • Cáncer Vaginal 

Cuando el manejo de un tratamiento conservador no suficiente para encontrar mejoría se habla del abordaje quirúrgico. Pero para ello se deben ser las siguientes indicaciones:

 

  • El prolapso debe ser sintomático, en un grado III o IV.
  • Exista un fracaso del manejo conservador  (rehabilitación o pesario)
  • Deseo de la paciente por la cirugía

Las contraindicaciones de una intervención quirúrgica es el prolapso asintomático, pacientes con enfermedades importantes que puedan ser de un alto riesgo quirúrgico, pacientes que deseen tener más hijos, fistulas vesico-vaginal, radioterapia pélvica previa, obesidad mórbida.


El enfoque quirúrgico va estar orientado en diferentes aspectos dependiendo de lo que se quiera lograr: 

 

  • En primer  lugar se habla de una intervención reconstructiva que me mejora la anatomía del suelo pélvico de la mujer, y por otra parte la cirugía obliterante en la que se realiza un cierre total o parcial de la vagina. 
  • Otra intervención es la histerectomía que en el caso de la urología se realiza cuando realmente el útero se encuentra muy afectado por el prolapso o es muy grande y puede ocasionar una recidiva de prolapso. 
  • La incontinencia urinaria asociada al prolapso. 
  • El prolapso se puede intervenir por vía vaginal o abdominal, esto va a depender del hábito del cirujano, la edad y enfermedades asociadas de la paciente, de los compartimentos prolapsados y la colposacropexia abdominal. 
  • El uso de mallas se encuentra contraindicado por vía vaginal, por lo que son utilizadas por vía abdominal. 

Dentro de los factores de riesgos que fomentan la recidiva de los prolapsos tenemos:

 

  • La obesidad
  • La edad
  • El grado del prolapso
  • La ocupación o trabajo de la paciente
  • El estreñimiento y la tos crónica.
  • Cuidadoras de personas de la tercera edad
  • La musculatura deficiente del suelo pélvico