La Fibrólisis instrumental Miofascial busca un cambio tisular en la zona tratada para generar una modificación en la información eferente que envía esa estructura hacia el sistema Nervioso Central generando de esta forma una neuromodulación y cambie la información que se envía a ese tejido. Para conseguir eso se trabaja con un elemento metálico en forma de gancho, este se encarga de trabajar la fascia superficial y el tejido muscular, pero también puede ser utilizado para el abordaje del sistema nervioso periférico. 


Los ganchos de Fibrólisis instrumental Miofascial FIM son de acero inoxidable y consisten en tres ganchos con dos curvas diferentes cada uno. Estos constan de tres partes:

  • Mango: es aplanado en la parte superior para permitir una mejor ergonomía y adaptación a la mano del fisioterapeuta
  • Curvatura: son 6 curvas que se adaptan perfectamente a la mayoría de las regiones del cuerpo y del paciente.
  • Espátula: es la punta del gancho, esta es redondeada para lograr disminuir la sensación punzante y disminuir las sensaciones nociceptivas. 

La Fibrólisis posee tres efectos en el tejido aplicado:

  • Efecto Mecánico: la compresión es activa y genera sobre el fibroblasto un cambio en la disposición de las cargas, por lo que en los fibroblastos adyacentes se produce un cambio de manera total que involucra toda la estructura fascial. 
  • Efecto Reflejo: el estímulo que se genera en los receptores de adaptación lenta envían una información a nivel del SNC produciendo un cambio propioceptivo. 
  • Efecto Trófico: se produce un aumento en la circulación linfática y sanguínea con una liberación de histamina que mejora el trofismo local. 

Dentro de los beneficios de esta técnica se puede decir que reduce el esfuerzo manual del terapeuta, además de que le permite un abordaje más profundo del tejido salvaguardando la herramienta más importante que es la mano, además es importante saber que el tratamiento el suelo pélvico con la FIM no es dolorosa, y que genera efectos muy beneficiosos en las cicatrices, vale destacar que en pacientes que sufren de una aversión al contacto manual es una elección de abordaje positiva y por ultimo no es una terapia invasiva. 


Para poder saber cuáles son los puntos del suelo pélvico que se deben abordar en caso de una disfunción del mismo es necesario conocer el control neurológico de la micción de manera global, es por ello que el abordaje del suelo pélvico debe realizarse desde una forma completa involucrando todos los elementos necesarios que puedan causar la disfunción. La valoración del segmento cráneo-cervical, la charnela dorso-lumbar o de la cara posterior de la pelvis es tan importante como el propio suelo pélvico. 


Algunas de las zonas de abordaje con la FIM en referencia al suelo pélvico y del propio suelo pélvico son:

La zona cervical por su relación con núcleo pontino, el diafragma por la salida del nervio hipogástrico, todo el sistema del abdomen con sus viscerales, el complejo ligamentario lumbo-pélvico para la estabilización, la articulación pubiana, zonas de cicatrices tanto abdominales como perineales (extracavitario), la musculatura a nivel del suelo pélvico superficial y el cóccix (estructura ligamentosa y fascial).


Existen diversas técnicas de trabajo con el gancho, la utilización de estas dependerá de la zona que se desea trabajar y el objetivo que se quiera lograr con él.